Uno de los cultivos más comunes en el huerto de otoño invierno son las acelgas. Las acelgas pertenecen a la familia de las quenopodiáceas, al igual que la remolacha y la espinaca.
Las cultivamos para alimentarnos de sus hojas, que podemos ir cosechando a medida que vaya desarrollándose el cultivo.
Una de sus características es que sus semillas se encuentran encapsuladas en una estructura llamada glomérulo. Dentro de cada glomérulo hay varias semillas, por lo que normalmente en los semilleros aparecerán varias plantitas de acelga que luego habrá que separar al hacer los trasplantes.
Es un cultivo bastante fácil, y muy productivo, que tan solo necesita buenas condiciones de humedad y algo de sol. Recordad que podéis ir cosechándolas por hojas. Además son muy beneficiosas para la salud, pues tienen alto contenido en vitaminas A y C.