Aunque este año todo está siendo bastante extraño, y no hemos podido disfrutar de la primavera en los huertos escolares de la Red, la vida ha seguido su curso, nuestros cultivos ha comenzado a dar sus frutos y las flores de las “malas hierbas” han invadido los bancales.
Parece que ya podemos ir volviendo a los coles, para recuperar algunas de las actividades, y eso nos permite poder echarle un ojo a los huertos escolares.
Para quienes podáis acercaros estos días, se pueden hacer algunas cosas muy interesantes de cara al próximo curso. Quizás podamos ver todavía alguna flor de guisante…
Hoy queremos responder a algunas de las dudas de Erea, la coordinadora del huerto del CEIP Buero Vallejo, sobre la finalización de los cultivos de otoño- invierno en nuestros huertos escolares.
Las habas y los guisantes
Seguramente, si el riego ha estado funcionando estos días, quienes sembrasteis habas o guisantes en otoño tengáis ahora las plantas cargadas de vainas. Estas vainas puede cosecharse para comerse, si están hinchaditas (¡y será un premio merecido!). Para cosecharlas simplemente hay que arrancarlas, intentando no romper el tallo. A veces es más fácil usando tijeras.
Sin embargo, os invitamos a guardar semillas para el próximo curso, y no coméroslas todas (aunque estén apetitosas…).
¿Cómo guardar semillas de habas o guisantes?
- Lo ideal es fijarse primero en qué plantas tienen mejor aspecto: están más hermosas, con menos pulgón o minadores (en el caso de los guisantes sobre todo). Y deberemos también fijarnos en la cantidad de vainas y su tamaño (elegiremos plantas productivas o con vainas de gran tamaño).
- Una vez seleccionada la planta hay que dejar que ésta cumpla su ciclo en el propio bancal, es decir, hay que esperar a que la planta muera y se seque en el propio bancal, incluidas las vainas. De esta forma, nos aseguramos de que la semilla esté completamente madura.
- Si las hemos cosechado y queremos guardar algunas de las vainas, debemos dejarlas secando al sol, sobre papel de periódico para que absorba bien la humedad, y no correr el riesgo de que se pudran. Esperaremos varios días, hasta que se pongan negras del todo y estén bien secas.
- Una vez saquemos todas las semillas, deberemos guardarlas en un bote de cristal, en un lugar fresco y seco, para evitar que germinen. Siempre es importante poner la fecha, y la variedad, si la conocemos.
- En este vídeo viene muy bien explicado todo.
Los ajos
Los ajos son, junto a las habas, uno de los cultivos estrella de la huerta de otoño- invierno. Sobre todo porque hasta ahora, casi no los hemos tenido ni que mirar…. Van a “su rollo” y no suelen darnos problemas de ningún tipo. Ahora, cerca del verano, es el momento de prestarles de nuevo atención.
“Por San pedro, saca el ajo y planta el puerro”
San Pedro es el día 29 de junio. Alrededor de esta fecha los ajos están listos para cosechar, pero antes (a partir de mayo) deberemos hacer dos tareas importantes para poder obtener buenas cabezas de ajo.
Os recordamos que en otoño sembramos los dientes, por separado. De cada diente, si todo ha ido bien, podremos sacar una nueva cabeza de ajo. Si queremos tener ajetes, bastará con cosechar la planta ya directamente. Pero si queremos tener buenas cabezas:
Estaremos atentas/os a que aparezcan los “escapos florales”. Son unos tallos largos que aparecen en el centro de las hojas (cada ajo tiene uno), que primero echan el capullo y luego acaban abriéndose dando una flor tipo pompón.
Flor Escapo floral
Cuando aparezca el escapo/tallo floral deberemos cortarlo. Aquí un vídeo de como hacerlo, que es muy sencillo. De esta forma nos aseguraremos de que la planta envía su energía a la parte subterránea (el ajo, que es un bulbo) que empezará a engordar. ¡Este tallo se puede comer! Es como un ajete, quedará bien en un buen revuelto de almuerzo.
En el caso de que queramos guardar semillas, deberemos dejar que esa flor siga su ciclo y madure, hasta secarse del todo. Será en ese momento cuando podremos sacar las semillas.
Otra tarea que deberemos hacer dentro de poco, concretamente alredor de 13 del junio día de San Antonio, es atar los ajos. En los coles podemos adelantar esta tarea, a principios de junio, para que el alumnado vea sus efectos antes de irse de vacaciones.
Esta tarea de atar los ajos es una tarea complementaria al corte del tallo floral, y consiste en hacer un nudo en las hojas, para que éstas dejen de hacer la fotosíntesis, y de nuevo, la planta concentre su energía en engordar su estructura de resistencia, que es el bulbo (lo que nos comemos). Esta tarea permite también que el bulbo seque sus capas más externas, para protegerse. En algunas regiones, los ajos también se pisan sin llegar a romperlos, en lugar de atarlos. Al cosecharlos se hacen las tradicionales “trenzas de ajos”.
Todo esto que hemos comentado de los ajos, vale también para las cebollas.