El pasado 21 de octubre tuvo lugar la primera hacendera de la Red de Huertos Escolares de Sanse. Como ya os contamos, las hacenderas son parte de la propuesta de actividades del equipo de la red para este curso 2021-2022, y tienen como objetivo generar un espacio de encuentro entre profesorado y familias de los centros de la Red. En ellas se trabaja en alguna tarea ayudando al centro anfitrión, a la vez que se realiza una pequeña formación practica.
Esta primera hacendera, que tuvo lugar en el CEIP Quinto centenario, fue una experiencia muy agradable en la que pudimos encontrarnos profes y familias de tres colegios (aunque echamos de menos a otros centros que nos habían manifestado estar algo perdidos para empezar con el huerto de otoño…). Para que la experiencia pueda ser compartida y aprovechada por más personas, aunque evidentemente nunca puede sustituirse la vivencia personal, queremos contaros un poco que fue lo que trabajamos en ese día
La tarea principal fue ayudar al CEIP Quinto Centenario en la preparación de sus bancales, y hacer una primera siembra y plantación de cultivos de otoño-invierno, repasando algunos conceptos básicos que hay que tener en cuenta para ello.
El suelo está vivo
Comenzamos repasando algunas cuestiones básicas que hacen referencia al soporte “físico” de nuestra actividad en el huerto y a la importancia que tiene, tanto para las cosechas como para el equilibrio y la vida de todo el ecosistema huerto: EL SUELO.
Analizamos cuáles son los componentes del suelo, su estructura y composición, y descubrimos elementos que a simple vista pasan desapercibidos. Para ello, observamos diferentes tipos de suelos y sustratos dentro del colegio para ver las diferencias entre unos y otros, y llegar a conclusiones el tipo de suelo más apropiado para dar soporte al desarrollo de nuestras plantas. De esta forma, tomamos muestras del arenero y de dos bancales del huerto.
Con sencillos experimentos descubrimos esos elementos básicos presentes en nuestras muestras: agua, aire, materia orgánica (restos de seres vivos) y materia inorgánica (elementos minerales).
En la imagen, observamos la presencia de materia orgánica gracias a la acción de la catalasa, que neutraliza el agua oxigenada liberando oxígeno. Cuanta mayor presencia de materia organiza en nuestra muestra, mayor cantidad de burbujas.
Para sacar nuestras conclusiones, tras observar la estructura del suelo de nuestros bancales y la presencia de materia orgánica, nos convertimos por un momento en plantas y pensamos qué tipo de suelo elegiríamos o preferiríamos para crecer y desarrollarnos.
Tras ello, revisamos los bancales del cole y nos pusimos manos a la obra para adaptarlos a las necesidades observadas. Lo primero que observamos fue que estaban un poco duros, lo cual puede dificultar el drenaje y crecimiento de las raíces. Unos pocos golpes de azadón entre todos y todas, y todo queda listo para recibir las plantaciones.
Además, llevamos a cabo la práctica de planificación de cultivos y diseño de los bancales, teniendo en cuenta las compatibilidades, asociaciones y familias botánicas, además del calendario de cultivo. De esta forma, colocamos las coles y las lechugas, algunos ajos, rabanitos y zanahorias, además de las legumbres de otoño: guisantes y habas.
Si queréis probar con alguno de estos sencillos experimentos, os invitamos a descargaros este documento.
Desde el programa de huertos escolares de Sanse queremos agradecer a Bea y Sonsoles, profes coordinadoras del huerto en el CEIP Quito centenario, y al resto de participantes por acudir y disfrutar de esta sesión.